Tensión en Sudáfrica por muerte de supremacista blanco





Télam-EFE



La policía sudafricana debió separar hoy a dos grupos de cientos de blancos y negros que se agredieron verbalmente frente a un tribunal, antes de la primera audiencia judicial de dos campesinos negros acusados del asesinato de un líder supremacista blanco en una disputa por salarios.

La muerte de Eugene Terreblanche, un activista condenado tiempo atrás por golpear a un campesino negro hasta dejarlo con daño cerebral, puso en el centro de la atención a las crecientes tensiones raciales en Sudáfrica a menos de 10 semanas de que el país sea anfitrión del Mundial de fútbol.

La policía tuvo que improvisar un operativo de emergencia para separar a casi 2.000 personas divididas en dos grupos de negros y blancos luego de que una mujer blanca arrojara una bebida contra negros cuando cantaban los estribillos en zulú del himno nacional de Sudáfrica.

Poco antes, los blancos habían cantado las partes del himno que están en afrikáner, que datan de los tiempos del apartheid, el sistema de segregación racial establecido en el país por la minoría blanca hasta 1994.

La policía dispuso una alambrada de púas para separar a los dos grupos, formados por blancos que dijeron venir a apoyar a la familia del asesinado Terreblanche y negros que respaldaban a la familia de los dos sospechosos del crimen, un adolescente de 15 años y un compañero de 18, informó la cadena de noticias CNN.

Las autoridades dijeron que Terreblanche, de 69 años, fue muerto a palazos en su cama el sábado pasado.

La madre del sospechoso de 15 años dijo ayer a medios estadounidenses que los acusados mataron a su patrón porque no les pagaba desde hacía meses.

La audiencia de hoy en una corte en la ciudad de Ventersdorp, 160 kilómetros al oeste de la capital Pretoria, no será pública porque uno de los sospechosos es menor.

La policía no identificó a ninguno de los sospechosos.

Viejo dominio blanco

Minutos antes de la intervención policial, activistas blancos ondearon provocativamente viejas banderas que simbolizan el dominio blanco.

Al restablecerse la calma, Pieter Steyn, el líder provincial del movimiento Afrikaner Weerstandsbeweging (AWB), al que pertenecía Terreblanche, se disculpó en nombre de la mujer que arrojó la bebida.

Ayer, Steyn se distanció de amenazas hechas por otros miembros de AWB para vengar la muerte de Terreblanche.

El líder blanco dijo que el AWB renunciaba a la violencia y pedía a sus miembros hacer lo mismo, y que las anteriores amenazas se habían formulado “en el calor del momento”. En medio de las tensiones, el ministro de Seguridad de Sudáfrica dijo ayer que la seguridad para el Mundial estaba “garantizada”.


Descartan problemas para el mundial

El Instituto Sudafricano de Relaciones Raciales ha descartado que la escalada de tensión racial que vive estos días Sudáfrica por el asesinato del dirigente ultraconservador Eugene Terreblanche vaya a afectar al Mundial de fútbol.

“No hay ninguna razón para que estas cosas, por muy trágicas que sean, afecten a la seguridad de los aficionados o los jugadores durante el Mundial”, dijo Lawrence Sclemmer, vicepresidente de la institución, citado hoy por la prensa local.

“El Mundial y el deporte, como se supone, canalizan pasiones y reconcilian”, añadió, apelando una vez más a la supuesta capacidad del deporte para cicatrizar heridas profundas.

El gobierno y el principal partido de la oposición tuvieron que pedir calma después de que los seguidores de Terreblanche asegurasen que vengarían el asesinato de su correligionario, aunque después aseguraron que no tomarán ninguna medida violenta.

Entretanto, abundan quienes relacionan el asesinato con la canción “matar al bóer”, muy popular durante el “apartheid” y prohibida hoy, pero que en la últimas semanas ha vuelto a estar de moda gracias a lo mucho que le gusta entonarla a Julius Malema, líder de las juventudes del Congreso Nacional Africano (ANC), partido en el poder.

Así pues, aumenta la tensión racial en un país que, pese a lo que pueda sugerir Hollywood, arrastra serias heridas desde el “apartheid” que no ha sabido cómo curar, lo que no implica que el contexto social haya variado gran cosa desde, por ejemplo, la Copa Confederaciones.

“Desde finales de la década de 1950 han habido predicciones de guerra racial en Sudáfrica”, ha dicho el ministro de la Policía, Nathui Mthethwa, quien definió hoy lo sucedido como “un incidente aislado y que aseguró que no hay razón para que los turistas estén preocupados.